
08 Dic Ayer
Ayer
Marchitaste mi amistad contigo
era una flor del jardín de mi alegría
como en el campo la flor del trigo
o la luz al amanecer de un día.
Renovar la lámpara no me obligo
porque pienso que sería
una esperanza sin abrigo
o un amor que nunca volvería.
Aún así tu voz me resuena al oído
sabiendo que eres un cariño perdido
y un recuerdo grabado en mi mente.
Te siento fría como noche de Luna llena
besándonos para disipar la pena
del tiempo que estuviste ausente.
José Teodólico Sánchez Ch.
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